Año 1978, en marzo de ese año, TVE anunciaba el comienzo de una nueva serie de dibujos animados para la sobremesa de los sábados, el 4 de marzo de 1978, sobre las 15,30 horas, en los televisores de millones de hogares de España, apareció una piscina de la que surgía un robot gigante. Era Mazinger Z, una serie japonesa de ciencia.-ficción en dibujos animados protagonizada por un gigantesco robot, la serie creada en 1972 por el dibujante Go Nagai.los más afortunados, pudieron verlo en color, pero la mayoría, como yo y muchos de mis amigos, lo vimos en blanco y negro.
Ya en la calle el tema de conversación fue inevitablemente la nueva serie, el robot del que salían rayos laser, sus puños salían despedidos para golpear y vencer a sus rivales, También robots..
La serie se convirtió en semanas en un éxito y en un fenómeno social. Tal fue el éxito que no tardaron en aparecer toda clase de productos el álbumes de cromos, pastelitos, caretas,, cómics, juguetes, barajas de cartas…. El merchandising abarcaba todo tipo de artículos, hasta algunos bares y cafeterías de España fueron bautizados con el nombre del robot, convertido como la serie en figura de culto.
Todos estos objetos, también llegaron a mi pueblo Torre Pacheco, sobre todo a los puntos de venta de golosinas y baratijas, nosotros frecuentábamos el de Antonio Ros, el marido de Rosario la peluquería y que estaba en el mismo local en la peluquería, también pero menos el kiosko de Polonia, en la plaza de España y que ahora es un centro social.
Solíamos comprar botecitos de pica-pica de varios sabores, y alguna careta de cartón, era lo que nos podíamos permitir.
Hubieron mas afortunados, que pudieron tener algunos de los libros-comic, de los capítulos de la serie, yo fui uno de ellos al que le regalaron uno de esos libros que entre los cambios de casa se perdieron.
Una serie de éxito, hasta que empezaron las criticas decían que era violenta, hasta que un sábado, y sin previo aviso, apareció no mazinguer, sino un zagal, (como decimos en Murcia), un trazan de tres al cuarto, en taparrabos en medio de la selva, era la serie “”Orzowei", lo que despertó la indignación de la legión de seguidores, entre las que se encuentra en que suscribe.
Aunque en la actualidad se puede ver toda la serie, aquello fue una faena, un sacrilegio que los miles de seguidores españoles de esta serie no perdonan a TVE,entonando la frase: "ni olvido ni perdón".
EL AVIADOR
Ya
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