domingo, 7 de abril de 2024

AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS EN TORRE PACHECO: EL HOMBRE DE ROJO

   Fotos: Internet Archive y Youtube

    

 Mi  pueblo, Torre Pacheco, fue testigo de un evento deportivo que sólo se celebró una vez, fue durante las fiestas patronales de 1981, fiestas que se celebran en la primera semana de octubre. Yo como gran aficionado por la aviación, salte de alegría al ver en la programación de ese año en el programa de fiestas los actos correspondientes al domingo (no recuerdo que numero de día del calendario) el siguiente anuncio: “I  CAMPEONATO DE PARACAIDISMO DEPORTIVO”, que para mayor alegría para mi, ese día también se celebraba una exhibición de aeromodelismo.

 Llegó el día, un día soleado y con el cielo despejado y de un precioso color azul y allí estaban loa participantes de la exhibición de aeromodelismo, haciendo volar las preciosas maquetas de aviones dirigidos por radio control, pero la expectación, ese día era para el campeonato de paracaidismo. Pues nunca en Torre Pacheco, se había celebrado tal evento, y allí  estábamos yo, mis amigos y cientos de personas con prismáticos, cámaras fotográficas, tomavistas… había mucha emoción de las personas que allí estábamos esperando ver algo que solo, quizás la mayoría de los presentes habíamos visto en los anuncios de la TV, el cine o en las fotos de los libros o las películas del cine.

                                  


No fue hasta cerca de las dos de la tarde cuando sobre el cielo apareció el avión ante la mirada de las personas que estaban esperando tan ansiado momento, los que tenían la suerte de llevarlos apuntaron sus prismáticos hacia el avión, del  cual salio un pequeño punto.

 -¡¡mira el paracaidista, ya salta!!- decían algunos, con emoción.

 Al poco se apreciaba como se desplegaba en el cielo un colorido paracaídas que cada vez se hacia mas grande conforme se acercaba a tierra, al igual que el punto se convertía en una figura humana, figura que se acercaba a su punto de destino, un enorme circulo en forma de diana colocado en una gran extensión de tierra, momento que era vitoreado y celebrado por las cientos de personas que muchos, nunca habían visto de verdad algo tan espectacular y bonito como el deporte del paracaidismo.

Finalmente el hombre aterrizo en la enorme diana, muchos corrieron hacia el, incluido yo y mis amigos, llegamos hasta aquel hombre que vestía, como los paracaidistas de los anuncios o las películas, un llamativo mono color rojo, aunque a mi me recordaba, mas a los astronautas del por aquél año moderno transbordador espacial Columbia, llevaba en su equipo una pequeña caja con dos pequeños relojes, supongo que seria para medir la altitud y esas cosas, recuerdo que llevaba con el un pequeño muñequito de peluche abrazado al arnés del paracaídas, era su mascota, recuerdo también, como la gente rodeaba a aquel hombre de rojo que había surgido de aquel avión y que por unos minutos sobrevoló el azul cielo de Torre Pacheco, y recuerdo también la reprimenda de mis padres por llegar tarde a comer y del dolor de cabeza que me lleve por no levar gorra y estar al sol mucho rato, pero para mi mereció la pena.

 EL AVIADOR

 


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