sábado, 27 de abril de 2024

AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS: LA HUELLA MISTERIOSA

Fotos: Jose A. Andreu Fdez, / Motion Elements

    Foto: Motion Elements

Este hecho tuvo lugar allá por el año 1980, por aquel entonces  hubo una época en que los colegios fueron el blanco de actos vandálicos o de lindezas tales como falsas amenazas de bomba, aunque esto no sucedió en mi colegio, pero si lo sucedido un día de aquel año 1980.


Antiguo Colegio Ntra, Sra, del Rosario en Torre Pacheco, lugar donde sucedió esta historia Fotos: Jose A. Andreu

No recuerdo que día era pero lo que prometía ser una jornada normal resulto ser una jornada de lo mas movida y “entretenida”, para empezar, mi aula amaneció con un aspecto desolador, todo paras arriba, libros por los suelos y algún que otro destrozo, durante la inspección ocular por parte de nuestros profesores y la dirección del colegio descubrieron una posible pista que podría resolver este caso y dar con el presunto culpable. Todo esto sucedía mientras yo y mis compañeros de colegio entre los que había algunos de mis amigos de aventuras, permanecíamos en el patio a  la  espera de poder comenzar las clases, y mirando por las ventanas lo que sucedía en el interior del aula.

Entre el desorden del libros, carpetas y  demás objetos diseminados por todo el suelo del aula, encontraron un folio en blanco con la marca de una huella de zapato, a los pocos minutos llamaron solo a los chicos, nos llamaban de uno a uno. Cuando salio el primero, descubrimos el motivo.

 

-          están comprobando si la huella del papel es de alguno de nosotros. Nos dijo un compañero.

 

En efecto te hacían levantar el pie y comprobaban si la huella era tuya. Y así fuimos pasando por el papel, por aquella improvisada e  inusual rueda de reconocimiento, como el príncipe  que buscaba a su Cenicienta, cuando llego mi turno, lo hice con toda normalidad, con mi conciencia tranquila, yo me sabia inocente, pero tengo que reconocer que pase un mal rato, fui sospechoso de un acto que no había cometido, si,  aquella huella sin desearlo nos convirtió en sospechosos aquella mañana.

Tras terminar con aquella sesión de reconocimiento, colocamos las cosas en su sitio y pudimos comenzar las clases con normalidad, al final ninguno de nosotros fuimos culpables, la huella, la prueba del delito se la llevaron, desconozco si la llevaron clase por clase realizando la misma operación que con nosotros, como también desconozco en que quedo aquello y si al final lograron encontrar al culpable,


EL AVIADOR     


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